HISTORIA
De dónde vino, a dónde va... Cómo llegó a ser quien es. Son los misterios sin resolver sobre esta dulce muchacha, que un día tuvo la desgracia de caer en las manos de unos desalmados que la enjaularon, como un animal exótico... Con el único fin de venderla como una esclava.
Fue durante esa época de su infancia en la que conoció a un joven llamado Seto; este chico, desinteresadamente, liberó a la muchacha de su prisión y la ayudó a huir. Ella no comprendió el por qué... Si al fin y al cabo, en su sociedad, gente como ella atraían la mala suerte o la desgracia.
Su vida, pese a la ayuda, no fue a mejor; escapase a donde escapase, el resultado siempre era el mismo... El miedo y desprecio de la gente cuando ella jamás había dañado a alguien.
Semi-canon, para historia 100% al anime/manga, visitar: Kisara Wiki Page
Pasaron los años, la gente la apedreaba y golpeaba con frecuencia sin que ella decidiese defenderse, nadie intervenía... Excepto Seto, ese hombre de nuevo apareció, como surgido de la nada, para rescatarla de una muerte segura.
Se la llevó a palacio, donde conoció a la corte del faraón e hizo grandes amigos y aliados; Mana en quien descubrió una alegre amiga, Mahad un firme maestro, Isis la hermana que nunca tuvo, Nederith quien le hizo recuperar confianza en sí misma... Y Seto, su primer y único amor.
Él descubrió el gran poder que albergaba en su interior, el poder de invocar al Dragón Blanco de Ojos Azules. Un gran poder que alguien más ambicionaba... Marik era el consejero del Faraón Atem, al principio se portó bien con ella e incluso se ofreció a enseñarla a luchar... Pero con el paso del tiempo aquel hombre fue dominado por la Oscuridad, y sus buenas intenciones se vieron enturbiadas por una sed de poder sin precedentes.
Marik la obligaba a luchar contra monstruos para probar su poder, y más tarde llegó aencerrarla en las mazmorras junto a criminales y presos, quienes volvieron a golpearla. Pese a su gran poder, Kisara no pudo defenderse ya que no podía controlar cuándo invocaba al Dragón Blanco. Una vez más, Seto la rescató cuando ya estaba inconsciente.
Cuando Marik regresó a Egipto, trajo consigo el mal y la oscuridad; Seto quiso mantenerla alejada de la guerra, temiendo que con su nuevo y oscuro poder, Marik pudiese robarle el poder a Kisara. La durmió con unas hierbas y la alejó tanto como pudo de la trayectoria del ejército de Marik, pero cuando despertó no pudo quedarse allí, sola, sabiendo que sus amigos tendrían que luchar contra Marik.
Viajó de nuevo a Egipto, cuando llegó aquel hombre al que alguna vez había considerado como un amigo, estaba destruyendo Egipto, el Palacio... El único sitio al que había podido considerar un hogar. Buscó a Seto por todas partes, esperando no haber llegado demasiado tarde; el sacerdote, a su vez, percibió el poderoso Ka de Kisara y acudió a su encuentro. Intentó convencerla de que se fuese lo más lejos posible, pero ella se negó.
Cuando encontraron a Marik este casi había llegado a la cámara real, donde debían estar los regentes. Seto invocó a sus monstruos para atacarle, pero el nuevo poder de Marik era demasiado fuerte; Kisara entonces invocó al Dragón Blanco de Ojos Azules para defenderlos. Parecía que lo tenían ganado, pero no fue así, pues Marik selló el alma de dragón y el espíritu de Kisara en una losa de piedra, como las usadas en el Duelo de las Sombras.
Después atacó mortalmente a Kisara y esta falleció en brazos del Sacerdote.
Su espíritu sin embargo siguió vivo con el Dragón, y cuando se produjo el enfrentamiento final entre la corte del Faraón Atem y Marik, el Dragón Blanco de Ojos Azules reaccionó para proteger a Seto.